miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una confesión

Suave caer de plumas de almohada reventada,
Bajo condenada luz que da valor a dos palabras.
Temblor de venas, tensión de látigos que atizan
A cinco zurdas bestias: papel en blanco, pluma
En mano:
Te amo… ¡Te amo!


F.J.G.G.

6 comentarios:

  1. Dos palabras con tanta fuerza que a veces cuesta escribirlas (: Pero merece la pena confesarse de ese pecado!

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  2. Dos hermosísimas palabras que deberían de repetirse todos los días. Pero escasean y son volátiles como las plumas.
    Saludos amigo. Me quedaré en tu blog, lo que leí aquí es muy singular.

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  3. Dos palabras que penden de, mínimo, dos personas. Pero es que hay tantas cosas de las que enamorarse y estar enamorado, que uno se siente infiel incluso cuando no está correspondido.

    Gracias Natalia, gracias M.Flores, por dejar huella y permitir que me sienta maravillosamente extraño.

    Un abrazo.

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  4. decirlas, escribirlas, llenar todo el día con ellas!!
    son llave y magia maravillosa
    y qué mejor si se comparten y se sienten a dúo

    besitos y luz

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  5. Eres "luz carbonizada", trueno que vence al relampago. Escribes divinamente Francisco. Es un verdadero placer leerte.

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  6. "A cinco zurdas bestias: papel en blanco, pluma
    En mano:
    Te amo… ¡Te amo!"
    Extraordinario... qué fuerza y cuánto sentimiento se puede extraer en este poema. Me encanta.
    Un saludo! =)

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