domingo, 22 de enero de 2012

De Cristal

El vidriero, de antiguo acento,
Con suavidad desea que sus deseos
Hagan un alma misma,
Con sus soplos heredados:

El aire casa los sueños,
Y en segundos de levedad sostenida,
El calor se empeña en rosados sinuosos.

El aire de los segundos mundanos,
De los que sin más observan,
Endurecen la pieza.

El vidriero, ya sin guantes,
Como tocando aquello que siente suyo y se va,
Con la misma levedad de sus soplos,
Levanta la copa:

- ¡Venecia, por favor, no te rompas!


F.J.G.G.

3 comentarios:

  1. Ay, ay, ay FJ. Qué belleza subyugante la que llena con tu emoción nuestros globos de rosada aurora. Hoy has logrado romperme para alcanzar los peldaños de cristal que tu alma sopla. Mil besos Poeta!

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  2. Magnífico poema! Sutiles versos que despiertan como siempre una emoción en el lector que encandila... Un abrazo fuerte! ;)

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  3. Bello poema, si bien en las partes en las que los versos riman pierde algo de gracia.

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