lunes, 26 de diciembre de 2011

Un nieto, un abuelo y la pena (para ti, Eli)

Él, preguntó por la pena,
Tan niño como era;
Con el desparpajo del que aun,
Por menudo, está completamente loco.

Que grande, aquella palabra,
Para esa boca como una salvaje fresa.

- “Pena… Pena… Pena”.

El abuelo aspiró, hinchando sus carnes
Hasta poner la piel totalmente tersa,
Y al ver en un charco de agua su cara
Joven otra vez, voló la vista al cielo.
Entonces, dijo al nieto:

- “¡Ay! Mi nieto… ¿Qué es? Yo no sé.
Pero hay tantas, tantas, y tantas cosas,
Que merecen la pena…”

Cosas... y personas como tú, amiga mía. Éste va por ti, Poetisa.
Abrazos Gran Reserva y besos de bombón, Eli maravillosa.



F.J.G.G.

3 comentarios:

  1. No tienes idea de a qué punto me has emocionado. Y es que en cada nueva idea siempre te ciñe la "sincronicidad de lo espontáneo". Lo esperado y lo inesperado, lo posible y lo imposible. La vida aún no está hecha y saltos como el tuyo la concretan. Eres viento en las venas de las cosas. Un Napoleón de trapo fabricando al pie aproximado con huellas de infinitud. TQM buen amigo, por ser siempre tan tú. Gota en que descubro océanos. Son tus aves las que sostienen al árbol con la nitidez del caos.

    Besos aproximados, punto de apoyo del nado.

    ResponderEliminar
  2. Algún día todo el bien que haces te alcanzará.

    ResponderEliminar
  3. Eli, que el bien me alcance y sea el tuyo y el de las personas a las que intento rodear y me rodean. De nada me serviría ser tan "yo" si jamás emocionase. Aunque pensándolo bien, ¿hay algo mejor que recibir tu cariño? ¿no es éso bien que recibo? Yo también te quiero, voz de estelar polvo en los abanicos del infinito, Amiga mía, Poetisa.

    ResponderEliminar